viernes, 21 de octubre de 2011

Era una mañana hermosa parecia que en el cielo se desplegaba una sabana de luz, me decidi a caminar por la montaña entre los arboles que me cobijaban con su sombra, mis pies descalzos sintiendo la humedad del sereno, era como si caminara entre unas nubes verdes llena de naturaleza, respirando el fresco pero a la vez calido respiro de la montaña me perdi en los brazos mas suaves que jamas habia sentido, me detuve un instante para ver el orisonte, tan serca y a la vez tan alejado de la magia que vivia, me pregunte, cuantas personas dejarian todo lo que estaban haciendo para vivir la experiencia que en ese momento para mi era la mas maravillosa que desde hace mucho tiempo no vivia, desde entonces cada que siento que la ciudad me ahoga me voy en busca de la calma, la tranquilidad que es necesaria tener por minima que sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario